La sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 1 Corintios 3:19-20
Una Flecha de Salvación
A menudo un médico se burlaba de la biblia. Negaba especialmente la resurrección, verdad fundamental del cristianismo. Pensaba: «Mi profesión me dice que cuando uno está muerto, el cuerpo está bien muerto».
Cierta vez ojeaba su Biblia para volver a hallar algo que justificara sus ataques. Su mirada cayó en el pasaje de 1 Corintios capítulo 15: «Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?» (v.35). -Este es un buen argumento de discusión, se dijo él, cuando de repente leyó en el siguiente versículo: «Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes».
La palabra «necio » penetró con gran fuerza en su conciencia, como una flecha que Dios le disparó. El que había cambiado a un Saulo de Tarso en Pablo escogió a ese médico incrédulo y burlador para hacer de él un instrumento de Su gracia.
En efecto, nació de nuevo por el poder del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios. Luego, ese hombre vino a ser un fiel siervo del Señor. A fin de recordar permanentemente la manera en que Dios le abrió los ojos, mandó confeccionar para su Biblia un cierre de plata en el cual estaba grabada esta inscripción: «Necio», y debajo: 1 Corintios 15:36.
El verdadero conocimiento vuelve humilde, mientras que el falso enorgullece. Sólo el temor del Señor es el principio de la sabiduría. «Con Dios está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia» (Job 12:13).
Fuente: Ediciones Bíblicas «La buena semilla»